jueves, 26 de agosto de 2010

Alma libanesa

La cocina libanesa es una de mis preferidas. Tiene un gran contraste en sabores y texturas y puede ser tan light como tu lo decidas.

Mi amiga Yolanda y yo fuimos un día de estos a comer, y he de decirles que no solamente fue de nuestro agrado, sino que como les comenté, hicimos la comida bastante light y además a muy buen precio.

Ya saben que uno de los puntos en los que mas me fijo yo, y creo que todo el que visita un restaurante, es el servicio. En este caso, el capitán fue un amor en toda la extensión de la palabra.

Estaba atento a nuestras necesidades todo el tiempo y con lujo de detalles nos explicaba los platillos, aunque en realidad decidimos comer algo muy sencillo y tradicional.

Al centro nos trajeron un jocoque seco preparado con aceite de oliva, cebolla y chile verde picado, que con el pan árabe tostado nos encantó como entremés. Esta botana es tan sana y baja en calorías que solo por saber esto, mas nos encantó.

Podíamos haber pedido la típica sopa de lentejas o la sopa kepe pero preferimos las hojas de parra rellenas de arroz y carnero que también caen ligeras.

Mientras, mi amiga Yolanda me platicó sobre la nueva máquina de radiofrecuencia que es lo máximo para reafirmar la piel pues estimula las fibras de colágeno, y por supuesto que le dije que quiero probarla tan pronto como la tenga. Y hablamos de todos los tratamientos que ella sabe aplicar para verte mejor… los quiero todos, le dije.

Entonces llegó nuestro shawarma. Láminas delgadas de cordero, jocoque seco y lechuga, dentro de un pan árabe enrollado y cortado a la mitad. Eran 4 trozos, así que fue suficiente para las dos.

Terminamos con unos dedos de novia, un burma que tiene los mismos ingredientes pero es de pasta crujiente, y café, acompañando la idea de ese tratamiento maravilloso que promete tanto, luego les platico de los resultados.

Gruta Ehden
restaurante libanés.
Lope de Vega 334 Col. Polanco,
entre Horacio y Mazaryk.
Teléfono 5545-0755,
www.grutaehden.com.mx

jueves, 4 de febrero de 2010

Festejo a domiclio


Siempre he dicho que no hay mejor cosa que tener un pretexto para festejar… festejar la vida, los éxitos, el amor o la amistad. De esos pequeños detalles se compone la alegría de vivir y sé que muchas veces, un solo detalle te ilumina el día.

Por eso les quiero pasar el dato de un grupo de chicos emprendedores que tienen la empresa Cei, (catering & events inc). Los conocí en una cena estupenda que ellos sirvieron. Probé un filete d res marinado en chimichurri, en salsa de mago al chipotle, pasta en salsa de nuez y crema de chicharrón entre otras cosas.

Como me quedé con su tarjeta porque me parecieron muy buenos y luchones –algunos colaboran con la empresa para pagar sus estudios en Gastronomía y Hotelería y Turismo- les pregunté si tenían algunas ideas para regalar con motivo del Día de San Valentín.

Y me enviaron su lista de especialidades que tienen preparadas para entrega a domicilio en esta fecha, como trufas de chocolate rellenas de fresa, tartaleta de manzana con canela o brownies con nuez arreglados y con una tarjeta. También se puede enviar una cubeta con 4 paletas de galleta en forma de corazón, o estrella decoradas.

Si alguien tendrá una reunión con este u otro motivo, los chicos Cei, hacen unas charolas de 20 canapés salados con jitomates cherry rellenos de tocino y perejil, papa de cambray rellena de dip de chicharrón, rollo de pollo con jamón serrano y espinacas, acompañado de mayonesa especial, volován de ostión, champiñones rellenos de roquefort y nuez y rollo de salmón ahumado relleno de queso crema.

Los pedidos se pueden hacer al gusto y se podrán entregar acompañados de flores o una botella de vino espumoso, tinto, blanco o rosado de 750 o 375ml. Se puede hacer la combinación que se guste con cualquiera de estos productos.

El rango de costo para los clientes, según el pedido, será de 300 a 850 pesos que ya incluye la entrega . Los chicos necesitan tiempo para elaborar y programar los pedidos que llevarán a domicilio, así que no lo dejen para después… un detalle es algo hermoso que expresa cariño a todos nos hacer bien.
Cei, catering & events inc, 04455 2511 5064. o 04455 3560 6624. eventosgrupocei@gmail.com

jueves, 28 de enero de 2010

Enero, mes de reencuentros


Todo Enero es mes de reencuentros para mí… veo a los amigos que no alcancé antes de Navidad y nos ponemos al tanto de nuestras vidas.

Mi amigo Francisco y yo fuimos a comer con ese propósito al restaurante Como. En un principio pensé que su cocina sería italiana, por aquello del famoso lago Como, pero no, su concepto es Vasco-Argentino, y como iba yo acompañada de un español de hueso colorado, pues tenía muy buen punto de referencia para apreciarlo.

Antes de cualquier cosa nos trajeron un tazoncito de aceitunas verdes y negras y un cesto de pan. Luego, un pocito de crema de pescado que cayó deliciosa. Paco ordenó que nos abrieran una botella de Trumpeter 2007, Merlot argentino de la bodega Rutini que quedó perfecto para ligar nuestros platillos y el resto de la tarde.

Un pulpo a las brasas acompañado de gajos de papas fritas nos encantó como entrada. En otra ocasión sólo podría comer eso. A mí se me antojaba la ensalada de berros o de palmitos que estaban en la pizarra de sugerencias que los meseros traen de mesa en mesa para que los comensales escojan. Pero esta vez Paco escogió. Mientras disfrutaba de la entrada, el vino, y de la plática y risas de mi amigo, aprecié lo acogedor del lugar, que tiene una gran chimenea horizontal. Claro que la atención de los meseros es la cereza del pastel.

De su menú bien surtido a mí se me antojó alguno de sus risottos, como el de camarones al azafrán o el de huitlacoche, o el de gorgonzola con escalopa de foie gras… pero el pulpo no me dejó suficiente espacio y opté por ordenar una ensalada de portobello y provolone con zuccini y jitomate rostizado sobre cama de arúgula y vinagreta de mostaza. Paco optó por un lomo de pescado en salsa verde al vino blanco, con almejas y perejil. Oh my! (esa expresión la uso sólo cuando el sabor es estupendo), me encantó mi ensalada porque el portobello es prácticamente carne, pero lo que le robé a Paco de su platillo no tenía progenitora, estaba excelente y él dijo que la salsa era idéntica a la servida en el país Vasco.

Como yo había visto la pizarra de los postres cuando fui al tocador, le dije a mi amigo que todos se veían deliciosos. Entonces, en un ataque de amistad, ordenó una degustación de todos los postres… nos trajeron una crepita de crema pastelera y hongos caramelizados, otra de Grand Marnier y otra de dulce de leche, unos trocitos de Marquis de chocolate (que fue el menos agraciado para mi gusto), flan napolitano, mousse de dulce de leche, al centro crema catalana caramelizada y después, una muestra de sus sorbetes.


Acompañados de nuestros cafés, -y ahora sí que en plural para los dos porque para eso nos alcanzó la tarde, los postres y la plática-, empezaron a cambiar la luz, el montaje de las mesas y se acercó Rafael a nuestra mesa para invitarnos algún viernes a disfrutar por la noche de su dueto del Cono Sur… por supuesto que iremos, porque el lugar vale mucho la pena.


Café- Restaurante Como. Aristóteles 239 entre Horacio y Homero, tels. 2453 8812 y 2489 0013 wwwrestautantcomo.com

miércoles, 13 de enero de 2010

Que venga lo que tenga que venir...


¡Hola de nuevo a toda la gente de nuestro Barrio! Empezamos un nuevo ciclo que se llama 2010.


No sabemos lo que viene, pero como le digo a mi amiga Ana, “que venga lo que tenga que venir, que nosotras haremos lo que tengamos qué hacer”.

Si, esa es nuestra filosofía. La otra que he adoptado de mi amigo Javier cada año nuevo, es, “no te pongas más de una meta real”. Es mejor proponernos una y cumplirla que ponernos diez que son pura fantasía y solo nos harán sentir frustrados.

Con esas ideas frescas y pensando positivamente –eso hoy en día es fundamental; fuera fatalismos-, mi amiga Ana y yo nos fuimos a caminar y comer al Centro Comercial Santa Fe… no mas compras por el momento.

Decidimos ir al Konditori después de ver que la gente en espera para La Stuffa era mucha y podríamos desmayar en el intento.

Konditori es un lugar con mucha tradición –desde 1953-, tiene menos gente y la atención es buena. Había la opción de pagar 160 pesos por el buffete, pero como no deseábamos comer tanto, escogimos del menú.

De entrada un consomé escandinavo que es la tradicional sopa de cola de res, con tallarines y verdura que se antojaba, calientita al estilo europeo. Ana prefirió la sopa de cebolla gratinada con gruyere. Esa primera orden llegó poco después de la canasta con variedad de pan y mantequilla de Nueva Zelanda. Me encanta la rebanada de panqué de plátano con nuez que ofrecen, a mí nunca me ha salido así.

Nuestras sopas estaban buenas, aunque las verduras de la mía eran sólo zanahorias y unos cuantos chícharos.

Luego ordenamos el Rib Eye con salsa de mostaza antigua, acompañada de papa al horno y cebollitas cambray para Ana y para mi unos tacos de carnitas de pavo, aprovechando que todavía se me antoja esa ave de muy buena fama.

El Rib Eye estaba buenísimo, no así su guarnición, una media papa que se veía como vieja. Mis cinco taquitos pequeños estaban ideales para el bocado que yo quería.

Nos entretuvimos viendo la pista de hielo que queda justo frente al restaurante y casi no platicamos, salvo algunos comentarios para variar un poco… hasta parecía que nos propusimos no criticar, pero la verdad es que estábamos cansadas.


Restaurante Konditori.

Centro Comercial Santa Fe, junto a la explanada y el Ice World.

www.konditori.com.mx , teléfono 3004 3072