sábado, 26 de diciembre de 2009

Recalentado


Después de celebrar en familia el nacimiento de Jesús, quisiera darles algunas ideas para el día de mañana.


Generalmente la comida es de nuevo un punto de reunión familiar. Si lo celebran en casa de algún familiar, a quien le toque, espera un buen número de visitantes.

De mi amiga Liviere, aprendí que se puede hacer un consomé maravilloso con los huesos del pavo o con los de pierna, si es el caso.

Si se utiliza pavo, hervir los huesos con cebolla y sal. Desmenuzar el pescuezo cocido, agregar verdura como papa, zanahoria, brócoli y sazonar al gusto.

Con el pavo sobrante, hacer unos tacos suaves con la tortilla pasada por aceite. Colocar junto con la carne de pavo, crema y guacamole a los tacos antes de enrollarlos y acompañar con el consomé.

Si el caso es la pierna de puerco, proceder a hacer el consomé de la misma forma. Para acompañarlo se pueden hacer tostadas untadas con frijoles, agregar la carne, crema, lechuga finamente picada, cebolla y jitomate. Ambas opciones pueden hacerse con una u otra carne y a las dos les quedan maravillosamente los chiles jalapeños en escabeche para acompañar.

Otra sabrosa opción son las tortas. Comprar el bolillo desde hoy sería lo ideal, ya que algunos establecimientos cierran el día de mañana. Si los bolillos están en bolsa de papel y luego en una de plástico no sufrirán cambios y se pueden calentar en el comal perfectamente.

Si por el contrario, la opción es salir a comer a algún lugar porque es solo una pareja o un grupo pequeño, también está bien. Solo deberán cerciorarse que estará abierto, porque muchos lugares cierran toda la última semana del año, o por lo menos descansan el día 25 y el 31.

Recuerden que lo mas importante en ésta y todas las épocas del año es el tiempo que regalemos… en realidad, eso es lo mejor que podemos dar a otros, nuestro tiempo con alegría y dedicación.

Reciban mis mejores deseos de amor, armonía y paz, para los últimos días del 2009 ¡y para todo el año que viene!

jueves, 17 de diciembre de 2009

Navidad sin complicaciones


No sé si a todos les haya pasado, pero a mí el año se me fue mas rápido que el agua que cayó en Veracruz.

Hay que hacernos práctica la vida en estos días que quedan del año. Optimizar las vueltas que hagamos en el coche, hacer rondas con los hijos y también hacerlos concientes de los problemas que significa dar vueltas en las horas pico…que prácticamente son todas en esta época.


Creo que la mejor manera de no complicarse la vida, precisamente es mandar a hacer la cena de Navidad, las de convivencia con los amigos y la de fin de año con alguien experto y que haga todo el trabajo duro por ti. Así, tu también eres parte de la celebración y te dedicas a disfrutar, no a andar comprando y preparando.

Para los que no tienen el teléfono del “hombre maravilla”, se los paso, 5934 6727. Rafael García es de toda mi confianza. Te organiza de todo a todo una cena en tu casa. Desde bocadillos, hasta el vino, la vajilla, vasos, la cena de varios tiempos, el servicio de anfitrión, de meseros, cocina, postre… y te deja la casa justo como la encontró, por eso le digo el hombre maravilla.

Par la cena de Navidad y la de Fin de Año, el Chef Gustavo Regalado, tiene varias opciones que te lleva hasta tu casa, por ejemplo, el pavo para 10 a 15 personas. El relleno de la casa es de combinación de carnes de res y puerco, con pasas, almendras y aceitunas y el catalán lleva además de las carnes jamón, manzana, piñones y especias. También tiene pierna de puerco al horno y bacalao a la vizcaína en por kilo.

Para quienes quieran porciones mas pequeñas, pueden ordenar la pechuga de pavo rebanada, comprando el relleno de la casa o romeritos tradicionales y empañadas horneadas de bacalao.

Para el dulce final tiene strudel de manzana, el tronco de Navidad o la caja de 6 buñuelos con azúcar y canela, o la gelatina de yogurt con coulis de frambuesa, entre otros postres.

Los pedidos se pueden hacer a los teléfonos 5611 5810, 5563 8479 y 04455 8533 5943.

El consumismo le ha quitado el verdadero significado a la Navidad y nos pone histéricos por encontrar un lugar en el estacionamiento o porque no encontramos tal o cual regalo.


Tengamos paciencia y agradecimiento por este año que termina y preparemos nuestros corazones para el que viene y enfrentar lo que traiga; Yo creo que lo importante es la salud, paz y amor…los demás sinsabores ya nos los contaremos.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Una buena amiga y un restaurante peruano


Mi amiga Yolanda es de esas pocas con quienes una cuenta siempre. Sabe ser amiga en las buenas y en las malas y tiene un dicho que me encanta “si tienes tres amigas completas un marido”.


Pues bien, una noche que salimos a cenar y se nos metió la idea que debería ser a un restaurante peruano, llegamos al Astrid y Gastón que está en un segundo piso.

Dispuestas a disfrutar nuestra noche, ordenamos algo de beber y enseguida vimos la carta, aunque el capitán se encargó de hacernos algunas sugerencias y explicaciones muy útiles.


Decidimos compartir un tiradito fusión, que son tiras delgadas de atún, con algo de salsa de soya, chile y miel de maracuyá. Estaba estupendo, pero extrañé las frituras de camote o plátano que te dan en otros lugares. La canasta de pan tenía una gran variedad, de entre el que escogí el de varios granos, mientras que Yola pidió el de huitlacoche con queso, mas tarde pediríamos el de castilla con pepitas, que no se los recomiendo al menos que quieran un pan dulce.

He de decir que este lugar se antoja para ir con un compañero, no con una parte del “marido” que las del “Club” podemos hacer con las amigas… Es romántico, sobre todo en la parte posterior del salón en donde una gran chimenea hace que las siluetas sean misteriosas y sofisticadas.

En fin, nosotras acá, en nuestra realidad, pedimos después una de las sugerencias del Capi. Nos dijo, que el famoso Gastón Acurio, que ha llevado a la cocina peruana alrededor del mundo, siempre pone el cochinillo de tres semanas en su menú porque fue uno de los platillos de su primer restaurante. Entonces aunque no tenía nada qué ver con los ceviches, causas o anticuchos, pues lo ordenamos, junto con una Causa Actual, que son como pequeños pastelillos cilíndricos de papa, con un top de langosta, pescado y aguacate.

El cochinillo, confitado y laqueado, con una costra súper crujiente y muy jugoso y tierno por dentro, resultó maravilloso. Yola disfrutó su Causa y luego las dos compartimos el pastelillo de choclo (elote) con mazamorra, que es un natilla de elote morado con piloncillo, y trozos de fruta… cenar con una amiga es un placer, nos fuimos hasta que cerraron el lugar.

Astrid y Gastón….. Tennyson 117 casi esquina con Mazaryk. Tel. 5282 2489.www.astridygaston.com

jueves, 5 de noviembre de 2009

Chefs al rescate


Ahora que el Presidente propuso el impuesto para ayudar a los pobres, yo me sentí mal. Será porque no le tengo la más mínima confianza no a él, sino a las huestes del poder que supuestamente se dedican a administrar el dinero del país para hacerlo llegar a los mas necesitados.


Me puse a pensar, que confío mucho más en las acciones de tantísimas organizaciones altruistas que ayudan a la gente. Hacen un evento o una subasta y los asistentes cooperan gustosos porque tienen la confianza de que ese dinero, mas seguramente que si se da al gobierno, llegará al destino que se presume.

Por eso el pasado domingo me encaminé a la explanada de la Universidad Anáhuac del Sur, para ser testigo del evento anual de “Chefs al rescate” en donde participan gustosos un grupo de reconocidos chefs de la ciudad, haciendo algunas de sus recetas para que muchos pasemos una tarde deliciosa y a la vez, que es lo más importante, se junte nuestra contribución para ayudar a las mujeres indígenas.

El esfuerzo de estos 12 chefs, junto con la colaboración de los que fuimos a la kermés, se va al cien por ciento y directo a Medicina y Asistencia Social A.C. (5271- 5171, info@mas.org.mx) que ayuda a mas de 200 familias de la zona montañosa de Guerrero mediante programas integrales de salud, nutrición, educación y proyectos productivos para que comercialicen sus creaciones textiles.

Bien, el ambiente es cordial y de fiesta. Yo fui con mi querida amiga Ruth, que como siempre llevaba a otras personas, algunas del extranjero y otras de aquí y nos acomodamos en dos mesas. En la mía, estaba una guapa francesa, hablando un perfecto inglés y español, con una gran bolsa en donde traía algunas copas Ridel y un delicioso tequila recién lanzado llamado Casa Dragones que, a pesar del nombre, nadie que lo probó aventó llamas por la boca, al contrario, a pesar de ser blanco puro, es suave, untuoso y elegante .

Comenzamos la aventura probando los tamalitos de frijol con pollo estilo la Huasteca de Veracruz de Patricia Quintana. Pequeños, deliciosos y calientitos, nos supieron a gloria, pues habíamos desayunado poco pensando en las delicias que nos esperaban.

Más tarde, Lila, llegó con otro tamal a tentarnos, el de Margarita Carrillo, este era de elote con hoja santa y costilla de puerco. De mayor tamaño, estaba exquisito… saludamos a la propia chef del restaurante Don Emiliano, tan guapa y alegre, como todos los demás chefs que asistieron.

Esta vez me perdí de la sopa de coco de Mikel Alonso, el mole de carnero de Gustavo Palma, y las muy famosas enchiladas de Alejandro Kuri. Su puesto tenía una fila enorme, me pregunto si por saludarlo a él personalmente, o por sus creaciones que se antojan tanto, ya que una de ellas es la enchilada bañada en nogada y espolvoreada con granos de granada que a todos antoja.

Ruth acababa de probar las pipianadas estilo Papantla de Titita, que es una receta prehispánica. Al mero en escabeche de Cristian Bravo solo lo vi pasar y parecía delicioso, solo que ya no pude mas, y creo que a los que no comemos mucho, no se nos da la revoltura de sabores.

En fin, una de las veces que se me perdió Ruth por los puestos de comida, regresó con las Bombas de frijol con Kobe , creación de Daniel Ovadía. Aquí lo sabroso eran esos pequeños stakes de esta carne japonesa, famosa por darle al ganado mejor trato que a las mujeres de este país, ya no digamos indígenas, sino a todo el género.


Y mientras la probaba, pensé, que si los machistas probaran la carne y se dieran cuenta que está así de sabrosa por el trato que se le da a la res, tal vez reflexionaran y nos trataran mejor, estaríamos radiantes y felices… aunque otra forma de estar en esas condiciones es simplemente, no teniendo a un machista al lado, reflexioné para mis adentros, en una mesa llena de mujeres que no necesitan a un hombre abusador a su lado.

Mi querido Eduardo Osuna, quien lleva el ritmo de esta hazaña, llevó unas carnitas de pato, que aunque las vi pasar, preferí probar los escamoles con nopalitos de Silvia Kurczyc servidos en pequeñas cazuelitas de maíz.

Para cerrar, no podía dejar de probar las creaciones de cacao del maestro José Ramón Castillo, que esta vez sirvió unas quesadillas de chocolate, o más bien eran unas dobladitas y una trufa, que complementé con las mini tartas de Ma. Teresa Ramírez; una de higo con queso crema, otra de dulce de leche y nuez, (que hubiera preferido con la costra de vainilla y no de chocolate), y otra de chocolate blanco y negro en forma del ying-yang.


El café en esta ocasión fue llevado por Starbucks, que me decepcionó por completo. A decir verdad, en este evento siempre desestimas esta parte del cierre de la comida. El café estaba en tambos, y al menos en la estación que yo fui no había café americano, solo Chai Latte que en realidad me gusta… pero esta vez estaba aguado, frío y me desencanto totalmente.

Nos despedimos con el gusto que nos dimos al comer platillos de algunos de los grandes… sobre todo de corazón grande, porque compartir el talento para ayudar a otros, es grande, sí señor.

martes, 3 de noviembre de 2009

El apagón y los pastelitos


El último fin de semana de octubre, me quedé conmigo misma en casa en el segundo día de esa semana que no tuvimos luz por 24 horas en toda la colonia. Entonces, puse en práctica una de mis terapias preferidas.


Si se fijaron, dije que “me quedé conmigo” no que me quedé sola, porque he aprendido a disfrutar de esos momentos de quietud que, años atrás, cuando estaba casada no podía tener nunca.

Inclusive, he platicado con algunas amigas del “Club” lo sano que es dejar de ver a los hijos por uno o dos días y que el papá se haga cargo de ellos... cuando son responsables. Y hasta pensamos que las parejas casadas deberían implementar un descanso así, pues es una recarga de pilas formidable.

No pude poner música y había leído que cantar es una increíble terapia antidepresiva, así que con varias velas encendidas, saqué todos los ingredientes para hacer unos de mis pastelillos preferidos. Todo está arreglado para pasar un tiempo conmigo, pensando mientras amaso y horneo… pensando mil cosas solo para mí, y esta vez que no pude escuchar música, cantar o tararear un poco.

Les comparto esta fórmula para momentos nostálgicos (esa tarde- noche, llovía y no tenía luz) y no es que me quiera parecer a “como agua para chocolate”.


- Pastelillos enrollados de piña (de Demi Commensale)
Para 30 piezas
Ingredientes:
4 tazas de harina integral
4 cucharadas soperas rasas de azúcar
½ cucharadita de sal
200 gramos de manteca vegetal
1 frasco de mermelada de piña
-respiraciones profundas, pensamientos varios y tranquilidad, los necesarios.

Tiempo de Preparación 1 hora:
Encender el horno a 240 grados.
Colocar harina, sal y azúcar en un tazón e incorporar ligeramente. Separar ½ taza de esta mezcla y terminar de llenar con agua helada, haciendo un atole suave.

Agregar la manteca a los ingredientes secos, desbaratar e incorporar con las manos. Agregar la mezcla de agua helada y amasar perfectamente. Hacer bolitas medianas.

En la aplanadora para tortillas, y con un plástico para que no se peguen, aplanar cada bolita haciendo tortillas de la masa.

Colocar una media cucharada de mermelada en un extremo, enrollar como taquito (no muy apretado), y sellar perfectamente las puntas.

En la parte lisa del taquito, untar con el dedo un poco de manteca y poner este lado sobre azúcar.
Colocar los pastelillos en una charola sin engrasar. Hornear unos 15 minutos, o hasta que la parte inferior de los pastelillos esté dorada. Para dorar y caramelizar el adorno de azúcar, meter los pastelillos en la parte baja del horno o en la salamandra, para que dore y caramelice.

No guardar en lugar cerrado porque se humedecen, dejar en un recipiente sobre la mesa.

Hacer una gran taza de café y disfrutarlos mientras ves una película o tu programa favorito, si tienes luz.

Estos pastelillos han acompañado mis pensamientos muchas veces mientras los preparo, y luego, me deleitan mientras despejo mi mente y me olvido de preocupaciones frente al televisor … ¡que los disfruten!.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Lo bueno de Reforma


La calle Lerma está justo al norte de Reforma. A la altura entre la Diana y el Ángel por esta bulliciosa calle, está un corredor de restaurantes buenos, bonitos y no caros que sirven de punto de reunión a los ejecutivos del área.

Mi querido amigo Paco, trabaja precisamente en esa zona y cuando queremos ponernos al día, comemos por ahí. Esta vez visitamos al español Fechorías, porque anteriormente habíamos comido en el Quebracho, que está en contra esquina de aquél.

Fechorías es un españolito lindo que tiene buen servicio, no tan altos precios y muy buena comida. Ya en este renglón podrán darse cuenta de la impresión que me dejó.
Antes que nada, mi amigo ordenó que le refrescaran la botella de vino Prado Rey Roble 2007; un tempranillo que prometía quedar maravilloso con cualquiera que fuera nuestra elección.

Paco está por casarse con mi amiga Carmen y no puede ocultar su emoción. Mientras me platicaba, y probábamos el jamón Serrano y lajas de auténtico manchego antes de pedir los platillos, pude notar en él un especial sentimiento por la mujer que ama, y pensé, -es cierto que el amor es estupendo, ilumina tu vida, ¡ilumina tu cara!.-, como estaba viendo la de él en ese momento... definitivamente el amor no puede esconderse.

Como quiere bajar un poco de peso para el gran día y su luna de miel, Paco optó por un atún a la plancha, mientras que yo ordené un pulpo a la gallega. Los dos platillos tenían la misma guarnición; arroz salvaje y verduras al vapor, que no es por nada pero tienen su chiste, y es que no estén sobre cocidas sino crujientes y sazonadas ligeramente.

Nos encantaron nuestras elecciones. Aunque me quedé con ganas de ordenar el cabrito al horno, para acordarme de mi tierra, o del pecho de ternera, pero era mucha maldad comer estas delicias un poco grasosas en frente de alguien que desea cuidar la línea.

Lo que no pude perdonar fue pedir el flan en salsa de cajeta que vi desde que entramos, pues quedaba perfecto con nuestros cafés de sobre mesa… Me embelesé oyendo cómo se preocupa por su apariencia –lo que gracias a Dios, cada vez es más común- porque a nosotras, también nos gusta ver lo bonito…

Fechorías, Río Guadalquivir 91, entre Reforma y Lerma col. Cuauhtémoc, Tel. 5207 9361.

jueves, 1 de octubre de 2009

Para una rica cerveza


Tengo una nueva amiga con la que me he llevado de maravilla. Nos conocimos por una amiga mutua. Yola es una excelente masajista con experiencia de mas de 20 años. Un día que no aguantaba la espalda le pedí el masaje y me di cuanta que lo debí haber hecho antes, “no dejes que tu cuerpo esté así, atiéndete antes”, fue el consejo que no pienso dejar de seguir.

En fin, ese fue un buen inicio de amistad y quedamos de ir a comer el fin de semana, ya que ni ella ni yo, teníamos hijos a nuestro cargo.

Se nos antojaba una cerveza, así que qué mejor lugar que el Beer Factory del Centro Comercial Santa Fe. Hacía mucho tiempo que no me daba el gusto de estar en este lugar, y cuál va siendo nuestra sorpresa que está agradablemente remodelado.

Según el “acerero de Pittsburg” que nos atendió, tienen como seis meses de haber hecho el cambio, que está muy ad hoc a la decoración contemporánea. Muebles con maderas obscuras, tapicería en tonos chocolate, losetas en los mismos tonos, enorme pantalla en el salón principal y pantallas con diferentes temas para que los peques, si van con su papá fan del futbol ya sea soccer o americano, se entretengan con dibujos animados.

Ordenamos las cervezas correspondientes. De su pizarra de Cervezas Exóticas, una en vaso de 500ml para Yola sabor coco y para mi, una mediterránea, que es Light ale de malta blanca (clara, de cuerpo ligero, baja en calorías y alcohol). La visita al baño era indispensable y subí al tapanco en donde se puede ver que tendrán una terraza para los fumadores. El baño tiene unos ovalines de cobre que lucen mucho, pero el desodorante que usan hace que huela a estación gasolinera… Dios, qué desagradable, tan arregladito que lo tienen, pero el olor te hace salir corriendo de él.

En fin, ya de regreso en la mesa, ordenamos uno tacos Luna Llena, que son de camarón, con salsa de chipotle, frijoles y guacamole, muy mexicanos, así que les cambié la tortilla de harina por de maíz y no me arrepiento, la elección estuvo maravillosa, por mí hubiera pedido otra orden como plato principal.

Yola pidió después unos medallones de filete Taos, que son bañados en mostaza antigua a la cerveza, acompañados de puré de papa y cebolla dorada. Yo, me incliné por una sopa de tortilla que estaba muy sabrosa, aunque yo hubiera querido mas julianas de tortilla crujiente.

El comienzo de los juegos preliminares de la NFL, es como la época navideña para el Beer Factory; banderillas de todos los equipos, mas las camisetas correspondientes para los meseros, daban un ambiente muy singular.

De pronto, a nuestra derecha vemos que un disco de pasta para pizza vuela por los aires, y no era ningún accidente, era el maestro pizzero, que junto al horno de leña, enseñaba sus destrezas y quitaba la atención a la gran pantalla que en ese momento transmitía uno de los juegos.

Alguna vez en la vida, en otro espacio, dije que el Créme Brulée de este lugar era el mejor de la ciudad, así que pedimos la carta de postres, para encontrar que mis palabras estaban plasmadas en el menú…. Wow! hace mucho que lo escribí, pero como Yola había pedido semejante cantidad de cerveza de coco, me dijo que ni loca lo compartiría pues casi reventaba, así que lo probaré en otra ocasión. Por lo pronto les dejo su celular por si desean algún masaje, tiene servicio a domicilio y en un reconocido Spa, 55 1384 9449.

Beer Factory. Centro Comercial Santa Fe local 218. Teléfonos 5570 7932 y 5257 1119. www.beerfactory.com

jueves, 24 de septiembre de 2009

¿Se te antoja algo italiano?


Una de las cocinas más fáciles del mundo es la italiana. Nada de complicaciones, ingredientes agradables y, generalmente, en sus restaurantes, buena atención como buenos latinos.

Por eso ahora que mi amiga Liviere celebró su cumpleaños en un día que yo no estaba en la ciudad, decidí llevarla a Il Quadrato, no teníamos ganas de poses ni de nada, solo de platicar a gusto.

Mientras nos sentamos, no pude evitar ver alrededor. Hay algo que caracteriza a los lugares italianos, es una mezcla de sencillez y la impresión de que estás comiendo en la casa o el lugar de un amigo.

Nos trajeron el menú y decidimos empezar con una sopa, yo elegí la de crema de alcachofas y ella la de hongos, que nos parecieron bastante buenas.

Saboreando las sopas con el pan de pizza redondo y esponjado que te traen, Liviere me contó acerca de su nuevo proyecto de Couching en el que está. Dirán que soy una aprovechada de su amistad, pero siempre que la veo le pregunto sobre alguna divergencia de mi vida.


Entonces ella, con su gran sentido analítico me contesta -¿y tú qué piensas que vas a obtener con hacer eso?, o, ¿y qué crees que pasaría si en lugar de eso haces esto otro? Y, bueno, salir con ella es como resolver en una forma muy casual esa parte a la que le sacas la vuelta, porque a ella se le da naturalmente.

Compartimos una ensalada César clásica –porque la tienen también con pollo-, pero la verdad es que el aderezo, aunque no estaba mal, era demasiado, tanto, que se escurría en cada bocado y además ablandó muchísimo las hojas de lechuga… resultaron casi incomibles.

En fin, de su extensísima variedad de pizzas cuadradas al horno de leña a mí se me antojó la de cuatro quesos, y le añadí anchoas, ya que puedes escoger los ingredientes y armar una pizza personalizada. Mi amiga tenía ganas de carne, así que eligió un filete de res con guarnición de verduras.


Mi pizza era delgada y deliciosa, con los quesos fundidos y las anchoas dándole su toque especial, y la carne de Liviere, buena, aunque las verduras pudieron estar más crujientes y por lo tanto ser más saludables.

En otras mesas, además de ejecutivos de la zona, vimos los tradicionales Calzone, que son como pizzas rellenas dobladas a la mitad, enormes, esas sí son para compartir porque se ven súper rellenas y abundantes.

Antes de pedir el postre, ya Liviere me había dado unas cuantas tareas qué hacer para resolver algunas cosas. A eso se le llama couching de vida, pero también da el empresarial, o los dos juntos en ciertos casos. Les paso su correo electrónico liviere.robles@staff.com.mx, siempre es útil tener este tipo de datos para una misma o algún conocido que se encuentre en una encrucijada

Para nuestro americano y capuchino escogimos un pay de queso que se notaba que es de los congelados, pero se salvó porque le pusieron un coulis de mango encima que le daba su toquecillo. Ya se que no estábamos en un restaurante de mucho lujo, pero un cheescake, como quiera se consigue; no me gusta lo congelado y menos en un restaurante.


Visítalo

Il Quadrato. Plaza Zéntrica, Lateral de la autopista México-Toluca 1235 Col. Santa Fe teléfonos 5292 9000 y 5292 9003.

lunes, 17 de agosto de 2009

Buena cava y excelente chef

Mi amiga Aurora tiene excelentes relaciones y me invitó a una cena de presentación del menú de verano del restaurante L´ostería del Becco.

Alguna vez les comenté que este lugar me encanta. Con todas esas cavas de varios tamaños y con ese glamour que lo envuelve, podría parecer que esta es la razón por la que la alta alcurnia de México y los más pudientes lo visitan. Bueno ese ambiente tan especial es obra de su dueño Rolly Pavia, quien es exigente y muy demandante con todos sus empleados.

Pero la verdad de las cosas es que ese glamour y todas esas botellas de la tercera cava mas grande de México, no surtirían el mismo efecto si su Chef Julián Martínez no interpretara tan bien las recetas que Rolly trae desde Italia y se elaboran en su cocina con alta calidad, como las pastas frecas hechas ahí mismo. En fin, esa noche degustamos las sugerencias de verano, acompañadas de vinos blancos y rosados de la Toscana.

La ensalada de fusilli, tomate cherry, albahaca y aceitunas, fue una entrada muy adecuada a la temporada. Luego probamos las vieiras con aceite de añada y sal de mar. Estas son el callo de hacha fresco marinado con esos ingredientes, para este platillo probamos un Pinot Grigio.

Luego llegó el paccheri al ragú de pez espada, que es una pasta en forma de aros que aparenta a los del calamar con el famoso ragú del Chef, pero esta vez con pez espada. Ya había probado otro ragú en este lugar pero este es especial y sólo estará en el menú durante julio y agosto.

Enseguida probamos el tagliolini con erizo y pimienta de café. Este platillo sofisticado que es hecho con erizos de mar frescos que traen directamente al restaurante, tiene un gusto un poco fuerte, es para los paladares aventureros y con gustos intensos. El vino que acompañó este platillo fue un Rosado San Giovese de la Toscana. Por último y maridado con el mismo vino, probamos el bogavante a la pimienta rosa, que para mí fue la estrella de este menú, por ser el de gusto más exquisito y por la naturaleza de su ingrediente principal es el más caro... pues sí, somos de gustos caros, dijimos entre risas Aurora y yo.

Para quitarnos el sabor del último platillo llegó el postre: sorbetes de mandarina, guanábana, durazno y pera al Chianti, con una compota de fresas al balsámico y una Panna Cotta de vainilla.
Oh my! si no fuera por las amigas y el disfrute de estos manjares, cómo sobreviviríamos a lo demás… que es bastante.

Dudas, sugerencias, comentarios al siguiente correo:
demicommensale@yahoo.com.m

Hace 30 tuve 10

Mi querida amiga Ana cumplió años y, en una forma sumamente creativa, tituló su fiesta “hace 30 tuve 10”. Hagan las cuentas y sabrán cuántos cumplió.

Desafortunadamente ese día de su gran fiesta temática yo no pude asistir porque era la graduación de mi hijo… y como el deber y, sobre todo, el amor llama, pues tuve que faltar a su festejo.

Pero nos recuperamos al ir a comer juntas que, ya saben, es la forma ideal para tratar penas y alegrías. Esta vez la llevé a un lugar al que solía ir con mis hijos cuando estaban pequeños: Stuffa.
Como estábamos celebrando los cuatro lustros, pedimos una botella de Asti, de Viña Ioli. Esas burbujas afrutadas nos supieron a gloria, es un vino espumoso muy fácil de tomar porque no es seco… y no es caro.

Pedimos para empezar una ensalada de berros y piñones con laja de parmesano aderezada con aceite de avellana.

Nos encantó acompañada del tradicional pan que te llega calientito en su tabla y con un ajo macho horneado y mantequilla.

Recuerdo que cuando llevaba a mis hijos, el más pequeño podía comer sólo eso. Ana no sabía qué pedir, pero yo le dije que cualquier cosa que ordenara estaría estupenda. Entonces se decidió por uno de mis platillos favoritos, que es el salmón con mantequilla caramelizada. Yo opté por el fetuccini con pato.

Ana no podía creer que nunca hubiera pisado el lugar. –Es que está un poco escondido, pero te digo que tiene años-, le dije, y eso ya es una buena carta de presentación.

Platicamos de su fiesta, de mi vida, de su novio, de mi soledad, de sus hijos, de los míos y… salud y salud con el Asti que pareció durarnos una eternidad. Lo maravilloso de los espumosos es que son acompañantes perfectos para la comida, así que lo disfrutamos tanto con la entrada, como con los platos fuertes y hasta una copa nos alcanzó para el postre.

Nos merecíamos pedir uno para cada quién. Yo el fondante de chocolate con relleno caliente acompañado de una bola de helado de vainilla y Ana los profiteroles rellenos de helado y bañados de jarabe de chocolate.

Todo el tiempo la atención fue de primera, rápida cordial y eficiente.

-¿Un cafecito de Chiapas?, que venga pues, porque ya se nos acabó el Asti.

En sus french press individuales, el café fue un elixir que nos dejó satisfechas. Lo único es que el tiempo de entrega de la cuenta y la factura, desentonan con la excelencia que vivimos toda aquella tarde junto con un desagradable olor a pescado muy fuerte que nos llegó de la cocina casi al salir del lugar. Si corrigen eso, será de mis lugares favoritos por siempre.

Dudas, sugerencias, comentarios al siguiente correo:
demicommensale@yahoo.com.mx

Para el calor, ceviche junto a La Mar

Uno de esos días que hacía calor en verdad, mis amigas Lore y Vero me invitaron a La Mar.
Sus platillos son frescos, ligeros, con un toque especial que su joven chef ha anclado en el gusto de muchos, yo incluida.

Así que ese sábado al mediodía que no teníamos hijos a cargo nos fuimos las tres al lugar. Aún tienen medidas higiénicas. En una forma sutil, encuentras un bote de desinfectante y toallas de papel en su barra de la entrada, junto a la amable hostess. Esa tarde era especialmente calurosa, de esas últimas que nos regaló la primavera antes que llegar las benditas lluvias que ya nos hacían falta…claro ahora nos hace falta un buen drenaje y control de asfalto.

En Fin, Lore pidió una margarita de mango que viene escarchada con chile piquín y limón, una delicia que la puso de muy buen humor, yo tomé un “pepinazo” que era la bebida del día, con vodka suave y Vero quiso una michelada con cerveza obscura.

Aunque los meseros aún llevaban cubrebocas, no nos pareció extraño, ya estamos familiarizadas y parecería que siempre los han usado. Tomamos de los chips de plátano, papa y camote con las salsas y nos preparamos para ordenar.

Al centro, no podía faltar uno de los ceviches, así que elegimos el “compañero” que es de dorado, corte trujillano con leche de tigre blanca y rajitas de habanero y cebolla morada. Lore pidió un huachinango entero a la plancha, para luego estarse peleando toda la tarde con las espinas; en fin fue su gusto. Vero ordenó la pasta La Mar, que es un espagueti a la huachinanga con pulpa de jaiba y camarones a la milanesa. A mí me pareció un espagueti amarillo con buen sabor, no le encontramos la pulpa de jaiba, y sus camarones eran empanizados excelentemente.

Sabrosa la opción, pero ninguna como la mía, un atún a la plancha sobre cama de puré de papas, y encima hilos de camote crocante… delicioso hasta el último trozo.

Y en una de esas que Lore se saca una de las miles de espinas de la boca, le dijimos en son de broma que así como le gusta batallar con el pez entero le gusta hacerse la vida complicada con todo. –Ay no es cierto -dijo-. Pedimos un arroz con leche en mil hojas con compota de fresas y café, en las tacitas en las que no se puede meter el dedo en la oreja… y calladitas nos vimos más bonitas.

Cevichería La Mar
• Juan Salvador Agraz 37, 2do. Piso del edificio Escape. Santa Fe
www.lamarcevicheria.com.mx
Teléfono 52929776

El Lago frente al lago

La semana pasada vino por trabajo mi amiga Claudia, quien vive en provincia, y aprovechamos para cenar juntas. Ella traía la idea de ver el lago de Chapultepec, así que lo ideal era precisamente cenar en el restaurante El Lago.

Después de preguntarnos mil cosas en el camino llegamos a la puerta del lugar. Era martes por la noche y el sitio lucía vacío.

Aunque Claudia quería sentarse al lado del ventanal y sí había disponibles, finalmente nos sentaron en la siguiente hilera, de donde dominábamos la vista de la enorme fuente iluminada.
Un poco oscuro y muy romántico para otra ocasión especial, es El Lago por las noches. Sobre todo los martes y miércoles que es cuando ameniza la velada un grupo musical.
Nos tardamos una eternidad en ver el menú.

Tiene una gran parte de pescados y mariscos, pero Claudia es alérgica a todo lo que huela a mar, así que por solidaridad, yo tampoco pedí el espagueti con mejillones, bisque de langosta y salsa de pulque, o el atún hintextle con salsa de frijol ni otras deliciosuras marinas, sino que compartimos una ensalada de pera y queso gorgonzola con nuez de castilla, para luego pedir cada una los taquitos de Rib eye con tuétano, servidos en tortilla azul, y bañados en crema y queso espolvoreado.

Mmmmm, qué rico cenamos. Y eso que por supuesto que no pedimos sus especialidades, pero cuando en un restaurante puedes pedir cualquier cosa del menú a ojos cerrados y está delicioso, esa es la mejor recomendación.

Saboreábamos nuestros taquitos, chiquitos y refinados cuando de pronto escuché “Barcelona Nights”… y ¡olé! Qué cosa de interpretación de esta linda pieza. –Oiga ¿pusieron un disco o qué?–, le pregunté al mesero, porque literalmente se me puso la piel de gallina. -No, son los del grupo, me dijo. Y en seguida me trajo una tarjeta. Se llama “Latitudes” y tiene su sitio internet www. latitudes.com.mx

Un creme brulé de nuez y una tartin de plátano fueron los postres que nos merecíamos por haber cenado tan ligero. Estaban estupendos, sobre todo la tarta de plátano caramelizada acompañada de helado de vainilla. Nos relajamos con nuestro cafecín de rigor.

-Amiga, a estas alturas ya deberíamos estar en ese plan ¿no?-, le dije mirando a una de las parejas enamoradas y se rió porque me dijo que siendo adictas al trabajo no se puede.
-Tienes razón, y me acordé que algún sábado en la tarde me la encontré en el Messenger y le dije, ¿qué estamos haciendo aquí?, por internet no se consiguen galanes… Y me dijo, yo quiero a un chilango y me quiero venir a vivir acá… la pregunta es ¿anybody there?

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El Lago
• Margen izquierdo del Lago Mayor 2da.Sección del Bosque de Chapultepec.Teléfonos 5515 9585 y 5515 9587. 16 21.05.09

Me fui a comer con mi amiga Paty a 'El 10', restaurante argentino, humildito y carismático...

Mi amiga Paty, a la que le encanta viajar, se fue a Las Vegas en Semana Santa. Como no nos habíamos visto para que me platicara su aventura, nos fuimos a comer a “El 10”, un restaurante argentino, humildito y carismático.

No hay nada como ir a comer a los lugares de centros comerciales entre semana porque, ya lo tengo bien comprobado, los fines de semana son de familias con peques y ese ya no es mi caso ni el de mis amigas del “club”. Y he de aclarar que no sólo es de divorciadas, sino de mujeres libres e independientes que no tenemos el yugo de un hombre.... pero, paradójicamente siempre queremos uno, que reúna los requisitos, claro. Bueno, ya en el lugar ordenamos al centro un queso provoleta “El 10”, que viene con tocino, jitomate y rajas. Es una porción bastante generosa y deliciosa, pues lo sirven doradito por fuera y gratinado por dentro. Ya habíamos pedido el jugo de carne porque a las dos se nos antojó muchísimo y fuimos afortunadas al ordenarlo, estaba espesito, con aceite de oliva, tabasco, maggy y chilito y cebolla picados... ¡qué rico!

Mientras nos traían el Bife de chorizo que íbamos a compartir porque nos pareció que la porción era bastante generosa, Paty me contó lo que le pasó en su viaje. De pronto abrió los ojos y su gesticulación se volvió tal como si reviviera el momento más incómodo de su vida. Resulta que al hacer el check in en la línea aérea, documentan a ella y a una de sus amigas y cuando están por registrar a la tercera, el chico se va del lugar con su pasaporte. -Ya de por sí eso era estresante amiga -dijo Paty-, pensamos que tal vez Lucre tenía algún problema.

Pero resulta que regresa al mostrador con el encargado en turno, y nos dice con tal desenfado que Lucre no puede ir porque pesa mucho. -¿Qué? -le dije casi atragantándome con la carne que acababa de llegar a la mesa. -Le dijo gorda? –No amiga, el hombre argumentó que por el calor se necesitaba mas turbosina y ya no entraría al vuelo ni un alfiler y que Lucre nada más no cabía. Yo me enojé mucho porque en otra ocasión me había pasado lo mismo, y le dije “pues nos vamos las tres y lleven las maletas en otro vuelo”.

Finalmente nos tuvimos qué conformar con irnos cuatro horas más tarde. Mira amiga -le dije-, cosas así suceden, yo trato en esos casos de pensar que “todo pasa por algo”, y así te ahorras el enojo. Mejor vamos a pedir un postre aunque estemos llenas. Con eso relajó el entrecejo. De sus sugerencias se nos antojó el panqueque de dulce y plátano que nos encantó con los cafés americanos de rigor. Fuera del drama de Paty y su viaje a Las Vegas, “El 10” estuvo de 20. Es un hermanito menor del de la Condesa, apenas con seis meses de edad, pero con empuje para durar muchos años.

Es curioso cómo pasan las cosas en la vida...

Yo que nací en Monterrey ahora me considero chilanga y mi amigo Alfonso, que es chilango y ahora vive en Monterrey, vino en viaje de negocios y se hospedó en el Hotel Fiesta Americana, a espaldas de Expo Bancomer.

Era obligado que fuéramos a cenar y pasé por él una noche.

Como estaba enviando unos correos electrónicos subí a su habitación y me encantó. Este hotel está decorado como los mejores del mundo de estilo Zen, muy armonioso; me recordó al hotel en el que estuve en Bangkok.

Pues así me sentía en el interior del Fiesta Americana, y me hizo desear disfrutar aunque fuese un fin de semana en sus instalaciones, con esos enormes almohadones y edredones de pluma y la vista maravillosa de Santa Fe.

Bajamos y caminamos sólo unos pasos para estar en la entrada del restaurante español. Izara es el nombre de un lugarcito de España y tiene manjares como pimientos del piquillo rellenos de mariscos, paella con langostinos, callos a la madrileña o fabada asturiana.

Alfonso ordenó un salmón en espejo de salsa de azafrán, pues además que los pescados y mariscos son la especialidad de la casa, allá en la que ahora es su tierra, la buena carne es cosa de todos los días.

Con nuestras copas de vino rebosando de un Torres de Anguix Crianza, la plática sobre la que fue mi tierra y ahora es de él y la que fue de él y ahora es mía, nos hizo filosofar en cuán fácil es vivir no sólo en cualquier parte del país sino del mundo. Su salmón le encantó, estaba en su punto porque no debe ser demasiado cocido para no quitarle su frescura, pero tampoco debe estar crudo.

Hasta se me hacía agua la boca de cómo lo saboreaba. Pero a la hora de ofrecerme un poco, yo no podía dejar de tener en mi boca el sabor de la jugosa carne de mi cordero al romero.
Acompañado de papas al horno y de mis queridas tortillas de maíz, -a pesar de que no es la usanza española- me supo estupendo, con salsita y el vino… Oh my!, un poco pesado para la noche, dicen, pero la ocasión valía la pena el sentirse un poco llena.

Por una postal del restaurante me di cuenta que sólo porque fuimos en jueves pudimos cenar ahí, ya que de lunes a miércoles Izara abre sólo para comidas.

La noche era ideal. Así que no podíamos dejar de pedir un postre. Compartimos entonces el mousse de tres chocolates sobre espejo de natilla de vainilla y nuestros cafés descafeinados porque al otro día ambos teníamos trabajo.

Me supo delicioso. En verdad que el chef es estupendo y este lugar se ha esforzado en mantenerse vigente porque apenas cumple un año de su apertura. Lindas instalaciones, tranquilo, con excelente servicio, comida y vinos de calidad, ¿qué más se puede pedir?

Izara Restaurante

• Calle 3 No. 55 Col. Lomas de Santa Fe
• Hotel Fiesta AmericanaTeléfonos 5292 5904 y 52925768

Comida asiática...

No sé si les pase a ustedes, pero cuando tenemos ganas de algo “ligero”, se nos antoja comida asiática. Esta vez salí con mis amigas Diana y Carla.

Aunque en la zona hay japoneses o chinos, nosotras hace tiempo que visitábamos con cierta frecuencia el “Asia” del Centro Comercial Santa Fe, y decidimos volver a visitarlo.

Nos estacionamos en el tercer nivel, así que tuvimos que subir las escaleras que están justo junto al Kidzania antes La Ciudad de los Niños… ¡Qué horror!, la fila era larguísima con papás y mamás llevando a sus chicos a pasar una tarde de diversión. Afortunadamente, —pensé—, ya pasé por esa etapa. Hay que tener energía, paciencia, tolerancia, tiempo y tantas cosas más, por eso yo tuve a mis hijos muy joven.

En fin, ya que llegamos al “Asia”, vimos que algunas mesas estaban ocupadas, pero no estaba el lugar abarrotado. Seguimos a nuestro anfitrión y nos sentó justo al lado de dos mesas en donde había niños.

Bueno, no es que me haya hecho una amargada, la verdad adoro a mis pequeñas sobrinas; pero si ven que somos tres mujeres adultas solas, para qué nos sientan junto a las grandes familias que llevan a sus peques... como que no es lo más correcto.

Pedimos un clamato preparado y unos refrescos, Luego, al centro, los Dumplings Asia, que son de camarón con queso crema y chipotle y unos egg rolls de verduras de la huerta.

Las dos entradas nos gustaron mucho. Si por mí fuera, hubiera comido puros dumplings, estaban muy sabrosos y originales con el toque de chipotle, y los egg rolls con su pasta crujiente y sabrosa, te decían que estaban hechos en su cocina con receta original.

Ordenamos un Chen Pi, pollo en salsa picosa agridulce de naranja, cebolla verde y chile y un Hunan, que es el tradicional pollo crujiente con salsa dulce de soya y ajonjolí y aunque se nos antojaban los Noodles con Chowmain, decidimos compartir sólo esos dos al centro, acompañados de un arroz blanco, porque recuerden que queríamos algo ligero y sus porciones son generosas.

Como que a Diana le urge tener un sobrinito o de a tiro conseguirse una pareja y tener un hijo, ya que se la pasó coqueteando con el pequeño que estaba a mi espalda. El, se retorcía con una sonrisa, como con pena, y cuando el papá se dio cuenta, nos dijo —desde chiquito sabe a dónde mirar, en donde están las mujeres guapas—.

Bueno..., eso fue mejor que el postre, pero pronto llegó la gran Isla con fresas y crema de vainilla envinada, nuestros capuchinos. Cuando salíamos del “Asia”, Carla se fija en el carrito de postres que estaba en una mesa y nos dice, -miren, es la tarta de Mamey, la que nos faltó. Tendremos que regresar aunque sea sólo para disfrutar de una rebanada.

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